sábado, 28 de septiembre de 2013

MI CONDENA MERECIDA

Me duele muchísimo tu distancia y tu silencio  ,una palabra o mensaje  tuyo reconfortaría mi alma pero ahora tu distanciamiento y tu silencio es la condena de mi alma…Tal vez la respuesta que busco está en tu silencio y sobran las palabras pero no logro entender, busco y busco en tu silencio y no encuentro lo que quiero, lo único que encuentro es un vacío en mi corazón…
Con paciencia y dolor  soportare tu condena, porque a todo condenado se le concede un último deseo y el mío es escuchar de tus labios una palabra, una frase que llene mi corazón nuevamente, y saber cómo hacer para que vuelvas a confiar en mi poco a poco..

Me acompaña la soledad y el silencio que deja tu ausencia, el vacío que deja las ilusiones y los sueños que no fueron posibles y que yo lo estropee, sólo tengo mi amor por ti en mi corazón, tu último beso en mis labios y tu última frase en mis oídos…
Podría comparar tu silencio, con el silencio de las noches oscuras, con el silencio de un sepulcro, con el silencio de silencio pero no, porque tu silencio…. Si tu silencio supera hasta el silencio más grande de los silencio y me esta comiendo por dentro.

Deseo que llegue un día que escuche tu voz nuevamente, que nuestros ojos hablen más que nuestros labios. No pierdo la fe, en que mi condena no sea de por vida, que algún día tu alma se apiade de este mortal y se rompa tu cruel silencio. Mientras tu condena para mí, es tu silencio mi condena para ti es mi amor fiel y desinteresado en silencio, en tu silencio mientras cumplo tu condena te amaré profundamente. Con la esperanza de dar el beso que no te di, de decir lo que no dije, de amarte como no te amé y de hacer lo que no hice.

Espero no te moleste que te siga dedicando algún escrito.


Domingo Martin C.

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