¿Hacia dónde camino cuando no sé dónde ir? Tantas
veces me he hecho esa pregunta y tantas veces no he encontrado la respuesta,
que solo oírla en mis pensamientos hace daño.
Harto de intentar buscar siempre una explicación
a todo, he optado por vivir en la ignorancia... y a quién no le guste... ¡Alla
él (o ella)!
No voy a decir que no me importa lo que piensen
los demás de mí, porque no es verdad. Pero lo que hoy tengo claro es que si me
van a juzgar, que sea por lo que realmente soy y no por lo que quieren que sea.
Y llegados a este punto, vuelvo a preguntarme ¿quién
soy?
No voy a decir que no me importa que me aparten de su
lado, porque no es verdad. Si bien es cierto que a lo que más miedo tengo en
esta vida es a quedarme Solo. Adoro esos momentos de soledad en los que puedo
pensar, sí. Me gusta tener mi espacio, un lugar donde poder hablar conmigo
mismo, sí. Pero también necesito tener a alguien a mi lado, alguien con la que
poder contar, alguien que contarle todo
lo que me pasa, alguien...
Pero... ¿quién está realmente dispuesto a permanecer a
mi lado?....nadie
Conozco a gente. Gente encantadora, personas que
realmente merecen la pena. Personas por las que daría cualquier cosa. Personas
que pueden estar seguros de que mi mano estará tendida para ellas, que pueden
contar conmigo para lo que sea. Saben que les quiero. Saben que estoy aquí.
No sé si este es mi sitio. No sé si este es el
lugar donde debería estar. No sé ni siquiera si hay un sitio para mí, pero creo
que ya no me importa. Creo... que hay pocas cosas de mí mismo que deben
importarme ya. Hay personas más importantes.
¿Cuándo no quiero pensar... en quién pienso? He
intentado dejar la mente en blanco tantas veces... relajarme... no pensar en
nada. Pero sin darme cuenta acabo llevando mis pensamientos hacía ti. Esos
pensamientos a veces me hacen reír, y otras veces llorar.
¿De qué sirve llorar? A veces me veo a mi mismo
derramando lágrimas y me doy cuenta de lo débil que puedo llegar a ser, y me
grito a mi mismo: “¡Llorar no sirve para nada!” Y en realidad no sirve para
nada. Ni siquiera hace que me sienta mejor. Sólo consigue que me enfade conmigo
mismo por no ser capaz de soportarlo, ya que por muy grande que sea la carga,
por muy grande que sea el dolor, es lo que me ha tocado y llorar no va a
solucionarlo...
¿Te parezco débil? Una vez me dijeron: “Nunca muestres
tu debilidad ante nadie, eso solo te hace más débil”. Puede que si, o puede que
no. Quién sabe. Yo solo se que la debilidad tampoco me conduce a ningún lugar.
Aunque no sepa si hay un sitio en el mundo para mí, sé
que tengo que seguir caminando. Que si me caigo tengo que levantarme de nuevo.
Que si TÚ te caes, tengo que ayudarte a levantarte. Porque quizá no haya nadie a
mi lado caminando hacia ningún lugar, TÚ si tienes a alguien a tu lado, y
aunque no lo notes te agarra muy fuerte de la mano para que no resbales ese soy
yo.
Puede que sea demasiado estúpido negándome a
perder lo que es evidente que ya no está, lo que ya perdí. Pero qué más da...
si soy un estúpido... ¿A quién le importa?
Una cosa esta clara que este estúpido esperara lo que
haga falta
Te quiero
Domingo Martin C.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario