Con motivo de revisar y actualizar mi buzón, estuve haciendo un repaso de todas las pendejadas que me envían por internet y cómo han cambiado mi vida, y quiero compartirlo contigo.
Primero dejé de ir a bailar temiendo ligarme una mujer buenísima, pero que estuviera conectada con ladrones de órganos y que así me robaran las córneas o me sacaran los 2 riñones y hasta el esperma, dejándome tirado en la tina de baño, llena de hielo, con un mensaje en el espejo que
dijera: "Llama a Emergencias o te morirás".
Luego dejé de ir al cine por miedo a sentarme en una butaca con una jeringa infectada con SIDA o que hablen a mi casa diciendo que estoy secuestrado.
Después dejé de recibir llamadas telefónicas temiendo que me pidan marcar *9 y me llegue una cuenta telefónica astronómica porque me robaron la línea.
También vendí mi móvil por que me iban a regalar uno más nuevo de S. Ericsson, pero nunca me llegó. Entonces compré otro, pero lo dejé de usar por miedo a que las microondas
Me afectasen el cerebro o me diese cáncer.
Dejé de ingerir varios alimentos por miedo a los estrógenos.
También dejé de comer pollo y hamburguesas porque no son más que carne de engendros horripilantes sin ojos ni pelos, cultivados en un laboratorio.
Le pedí a mi novia que dejara de usar toallas y tampones porque tienen asbesto, y desodorantes tapa axilas que bloquean la salida de los microbios, también le quité todas las cremas aclarantes y todo esto para que no le diera cáncer.
Dejé de tener relaciones sexuales por miedo a que me vendan los condones pinchados y me contagie de algo.
Además dejé de tomar cualquier cosa que venga en lata por miedo a morir por meadas de las ratas.
Dejé de ir a los shoppings por miedo a que rapten a mi novia y la obliguen a gastar todos los márgenes de consumo de su tarjeta de crédito o le echen un muerto en el maletero del coche.
También doné todos mis ahorros a la cuenta de Brian, un chico enfermo que estuvo a punto de morirse unas 700 veces en el hospital.
Participé gratuitamente en una campaña contra la tortura de unos osos asiáticos a los que le sacaban la bilis, y contra la tala del Amazonas.
Por último, quedé arruinado por comprar todos los antivirus existentes y evitar que la ranita Budweiser invadiera mi disco duro o que los Teletubis se apoderaran de mi protector de pantalla.
Dejé de hacer, tomar y comer tantas cosas, que casi muero.
Casi muero de hambre esperando junto a mi correo los U$S 150.000 que me mandarían Microsoft y AOL por participar en la prueba de rastreo de e-mails.
Y el teléfono de Ericcson tampoco llegó ni mucho menos el viaje a Disneylandia con todo pagado!!!
Quise hacer mi testamento y dárselo a mi abogado para legar mis bienes a la institución benéfica que recibe 1 centimo de Euro por cada persona que se anote al final de la cadena de la lucha por la independencia de las mujeres en Pakistán, pero no pude entregarlo porque tenía miedo de pasarle la lengua al sobre y cortarme con el borde, porque se me iba a llenar de cucarachas que se iban a incubar dentro de él, según lo que por el mail me habían informado.
Además tampoco me gané $1.000.000, ni el Porsche, ni tuve sexo con Nicole Kidmann, que fueron las 3 cosas que pedi como deseo luego de mandar El Tantra Mágico enviado por el
Dalai Lama de la India.
Y siempre creí que mis males eran a causa de una cadena que olvidé seguir y por eso me había caído una maldición. No te dejes influir por todas las pendejadas que te llegan por Mail.
NOTA IMPORTANTE: Si no mandas este e-mail por lo menos a 10 personas en los próximos 8 segundos, se te aparecerá el diablo cuando te estés bañando y te agaches por El jabón.
Saludos estimados amigo-as
DOMINGO M C
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