jueves, 15 de mayo de 2014

Gracias por existir,
Gracias por fijarte en mi, por dejarme disfrutar de tu presencia, por mirarme y por hablarme.

Gracias por dejarme soñar contigo, por hacerme vivir de ti, por provocar la ilusión que lleva tu nombre.

Gracias por elegirme, elegirme para acompañarte, elegirme para caminar juntos por la vida, elegirme para sentir.

Gracias por respirar, andar, mirar, hablar, despertar, sonreír, escuchar.... gracias por existir.

Gracias y un millón de gracias por dejarme amarte.

Tu eres el espejo en el que mirarme, porque cuando miro a través de tus ojos sé que puedes ser feliz con nuestro amor y que con tu felicidad, la mía crece y se multiplica.

Mirando a través de ti puedo ver sentimientos puros, puedo saborear tu aire, puedo hasta bailar sin despertar de este sueño.

Porque cuando te miro no me conformo con mirarte, deseo abrazarte para estar en ti, y también quiero conservar tu imagen como una fotografía en la que tu eres la luz que ilumina mis días.

No me canso de reflejarme en ti, porque te conozco pero quiero conocerte más, y por mirarme te sigo conociendo, y conozco nuestro amor y la suerte que tengo de amarte.

Déjame que me siga mirando en ti, tu eres mi espejo y la persona que refleja mis emociones, quién es motivo de sentimientos y de placeres.

Tu eres mi espejo y por eso no de mirarte, no dejo de pensarte y no dejo de amarte.


Domingo M C

 

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