Gracias por existir,
Gracias por fijarte en mi,
por dejarme disfrutar de tu presencia, por mirarme y por hablarme.
Gracias por dejarme soñar
contigo, por hacerme vivir de ti, por provocar la ilusión que lleva tu nombre.
Gracias por elegirme,
elegirme para acompañarte, elegirme para caminar juntos por la vida, elegirme
para sentir.
Gracias por respirar, andar,
mirar, hablar, despertar, sonreír, escuchar.... gracias por existir.
Gracias y un millón de
gracias por dejarme amarte.
Tu eres el espejo en el que
mirarme, porque cuando miro a través de tus ojos sé que puedes ser feliz con
nuestro amor y que con tu felicidad, la mía crece y se multiplica.
Mirando a través de ti puedo
ver sentimientos puros, puedo saborear tu aire, puedo hasta bailar sin
despertar de este sueño.
Porque cuando te miro no me
conformo con mirarte, deseo abrazarte para estar en ti, y también quiero
conservar tu imagen como una fotografía en la que tu eres la luz que ilumina
mis días.
No me canso de reflejarme en
ti, porque te conozco pero quiero conocerte más, y por mirarme te sigo
conociendo, y conozco nuestro amor y la suerte que tengo de amarte.
Déjame que me siga mirando en
ti, tu eres mi espejo y la persona que refleja mis emociones, quién es motivo
de sentimientos y de placeres.
Tu eres mi espejo y por eso
no de mirarte, no dejo de pensarte y no dejo de amarte.
Domingo M C
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