Hola mi amor, estés donde
estés, mi alma te sigue esperando, aún sabiendo que la espera es en vano, pero
me consuelo pensándolo. Quizás nunca existió nuestro momento, quizás solo fue
un sueño robado, fui atraído como el pesar de los marineros, que creyeron escuchar
el canto de las sirenas, la furia del mar se los ha tragado. Pero dime, existe
sufrimiento más verdadero, pero dime, existe sufrimiento mas apreciado, que el
dulce dolor que se siente, cuando uno ama y ya no es amado. Vivir de recuerdos
no es vida, pero vivir sin recuerdos es un faro, que ya no alumbra el barco de
la vida, que pierde su rumbo y provoca el naufragio.
Te veo en mis recuerdos tan
hermoso, dulce y tierna me parece tu mirada, quizás no me dio la vida esa
dicha, para contemplarte más tiempo, para absolverte de la nada.
Dicen que todo sucede por
algo, y eso ya no se si creerlo, si tu apareciste en mi vida, me pareciste
milagro, ahora te esfumas y me pareces tormento.
No lo niego, porque pienso en
ti cada noche, no lo niego, y de que me valdría negarlo, si aún son tuyos mis
recuerdos, aún son tuyos mis desganos.
Me posees como si del diablo
se tratase, y siendo diablo cometería ese pecado, porque no hay posesión más
hermosa, que sentirme en tu vida, sentirme en tus brazos.
, sueño con el calor de esas
manos, y entre tanto recuerdo me remuevo en el éxtasis, que me tiene perdido en
este inmenso letargo.
Amor éstes donde éstes, aún
en lo infinito del mundo, hoy aún tienes mi corazón y ojalá yo pudiera tener el
tuyo, pero mi amor es incondicional, y ya no me importa no estar en tus
pensamientos, porque se que aunque en un periodo corto de tiempo, yo estuve
intensamente en los tuyos.
Y con eso hoy me vasta, ese
es mi débil consuelo, y aunque un dolor
agudo me parte el pecho, me
resigno a seguir y sigo amándote en silencio.
Mi corazón grita en la noche
oscura, grita con tiritos de frío, porque
se corrompe con miedo, en la
noche vacía, y me atrapan tus recuerdos, que se quedaron conmigo.
Grita todo mi ser, aunque ya
no me escuches, y ese es mi gran pesar, que nunca te llegarán mis palabras, que
solo el viento se las tragará , pero no cesaré de quererte, nunca jamás te
podré olvidar y ese será mi martirio, mi cruz en vida que tendré que llevar.
Y te sigo queriendo más aún
en la noche oscura, más oscura ahora, porque nunca estarás, y seguiré anhelando
ser tu amante , y perderme en tu cuerpo, y vagar en tu mar.
Y todo esto y mucho más
quisiera decirte, prometeme que me escucharás, que pegarás tu oído al silbar
del aire, que me tendrás en tu recuerdo, y que no me olvidarás.
Dime, que aunque solo fuese
en un instante me amaste, como no amaste a nadie más, dime que aún recuerdas mis
palabras , que te costó tiempo olvidarme, y aunque ya no me ames, que siempre
en ti quedará.
Quisiera escuchar de tus
labios tantas cosas, que quizás nunca podré escuchar, pero si algún día te
llegan mis suspiros al aire, recordarás que te amo y no podría amarte más.
Quizás ahora estés con otras
manos, otra boca besarás, quizás otro cuerpo desees, quizás en otra cama
navegarás, pero yo te seguiré queriendo y nada más me importará, te seguiré
esperando cada noche en mi sueño, porque allí siempre estarás.
Ojalá hoy pudieras leer mis
palabras, y me resigno porque esta carta no te llegará, pero al menos puedo
expresar lo que siento, compartiré hoy mi sufrimiento y tal vez eso me
aliviara.
Domingo M.C.
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