domingo, 19 de mayo de 2013



Esto me lo conto mi abuelo



Había una vez una golondrina que empezó a emigrar demasiado tarde en invierno, y se estaba congelando mientras volaba. Al final cayó a tierra, y ella creía estar ya acabada... pero entonces se le acercó una vaca que le soltó una plasta encima.

Bueno, la caca estaba bien calentita, así que la golondrina se encontró mucho mejor y empezó a piar de satisfacción. Pero un gato oyó a la paloma, la sacó de la plasta, la limpió, y se la comió. Esta historia tiene tres moralejas:

1) No todo el mundo que se te caga encima es tu enemigo.
2) No todo el mundo que te saca de un montón de mierda es tu amigo.
3) Si eres feliz y estas calentito dentro de tu montón de mierda, cállate.

Saludos 
Domingo Martin C.

No hay comentarios: