Rendido a tus pies
Hola Laura, ¿sabes que me
duele el alma empezar estas carta sin ti?, he tratado tantas veces pero el
dolor y las lágrimas me hacen siempre borrarlas, es tan difícil empezarla sin ti,
sin tu sonrisa, sin tus palabras hermosas que siempre me dan tanta fe en la
vida y que hoy es un martirio sin ti.
No sé a donde ir, no sé ¿a
dónde caminar sin ti?, los días son tan eternos y las horas pasan tan lentas,
el cielo sólo me trae nubes grises…
Ya todo me sale mal desde que
terminamos, ¡te amo tanto aún!... Que el día me sabe anoche y las estrellas ya
no brillan como antes, necesito tanto de ti, de tus besos de tus "te
quiero" y de tu amor, de tus caricias que eran mi alimento para subsistir,
en medio de este frío que me consume lento desde que te fuiste amor.
Hoy, al escribirte lo hago
con la esperanza que me leas y entiendas que mi vida sin ti no es nada, que me
estoy muriendo sin ti, y que ya nada me importa si no estas tú.
Y dejaré que mi alma se
desgarre y se llene de olvido, hasta poder olvidarme de mi mismo y así no poder
saber que te ha amado más allá de todo lo que alguna vez tú pudiste imaginarlo,
es por ello que mi alma muere sin ti, porque mi vida no es mía... ¡Es tuya!...
Y sin el calor de tu alma… Muere, muere lento en esta absurda agonía de estar separados…
Te amo y siempre te amaré a
pesar de mi mismo, siempre tuyo, te amo. Verte es un soplo de aire que me
inspira, me alimenta, me tranquiliza, me mata..Nunca supiste lo mucho que te
amaba.
Siempre quise decírtelo todo,
pero me daba miedo por si no sentías lo mismo que yo y nuestra hermosa amistad
se deteriorara.
Pero hoy grito al cielo ¡te
amo! espero que me escuches o que alguien allá, te lo deje saber.
Hoy te escribí esta carta
para que sepas lo que siempre me dio miedo decirte… ¡Ya sé que quizás no puedas
leerla!, ¡quien sabe!, pero si yo sé, que vendré todos los días de mi vida a
leértela, por si algún día me escuchas
Te quiero Laura .
Domingo Martin C.
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