Yo vivía sin sentido, sin
motivo alguno, mi vida era algo mecánico y actuaba sin pensar, como una
máquina, como un cuerpo sin alma, porque mi alma estaba lejos, estaba triste y
se había separado del cuerpo . No quería vivir en este mundo porque mi alma se sentía sola y pensaba que nunca encontraría
a nadie, que la vida era demasiado dura, que después del esfuerzo no había
recompensa alguna, pero mi alma se equivocaba, porque un día, cuando estaba
completamente desesperada, ya sin esperanza alguna de encontrar eso que tanto
había buscado, eso que aún me hacía vivir, porque algo de fe en su existencia
tenía, convencida que eso de haber creído en el amor era una cosa absurda,
llegaste tú, sí, y con tu llegada se iluminó mi vida y mi alma volvió a mi
cuerpo, mi cuerpo que estaba helado, helado porque nadie estaba a su lado.
Al principio pensaba que esto
sólo era un sueño, una simple ilusión que se acabaría, que tenía un principio y
un fin, pero ahora veo que este amor no puede tener un fin, porque este amor es
de verdad, y si este amor es de verdad también tiene que ser eterno, un amor
sincero y puro, el amor más grande del mundo, porque como el mió hacia ti no
hay ninguno, y si miras en mis ojos lo verás, verás la verdad, que mi amor no
es de un día sino de una eternidad porque en ellos hay grabado tu nombre Laura seguido
de un te quiero.
Y no sólo en mis ojos está
grabado eso, mis manos también lo dicen con sus caricias, y mi boca cuando te
besa te lo demuestra y mis dedos lo están escribiendo en este momento para que
quede grabado para siempre este gran amor que llevo dentro, el amor que siento
por ti Laura es inmenso.
Te quiero ,,,,,, BUENOS
Domingo Martin C.
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