Te escribo para contarte que
hoy hay en mí sueños hermosos pero con alas rotas… Hay naufragios que ya habían
sido anunciados por la razón, pero negados rotunda e inocentemente por el
corazón… Hoy estoy en búsqueda de mi dirección. ¡La brújula está irremediablemente
perdida! Hay mensajes errados que llegan del alma. Hay interferencias y señales
equivocadas.
Hoy me doy cuenta finalmente
de que no hay tal amor… Que sólo es un deseo, un sueño mudo… No son más que
ilusiones. Todas mías, por supuesto.
Hoy tengo un corazón lleno de
remiendos, tengo retazos de besos ahogados en medio de ilusiones que me duele
muchísimo dejar a mitad de camino. Pero sobre todo tengo un “ojala” que me
quema la piel… Un “quizás” que me deja profundas cicatrices… Hoy tengo una
intensidad ahorcada por sus propias posibilidades de ser… ¿Es curioso, no?
Hoy tengo algunas sonrisas
que esconden llantos, que disimulan tristezas…
Y me pregunto ¿cómo explicar
el amor? Este amor. No es posible…
¿Cómo entender con el
corazón? Mi corazón. No se puede.
Me toca seguir con mi parte,
con mi vida sin saber por qué ni hacia dónde ni cómo… Con mis sueños de alas
rotas, con el corazón hecho a retazos, con el alma llena de remiendos…
¿Sabes? Te miraba siempre en
mis sueños. Eres un paisaje hermoso, pero tengo que cambiar de dirección para
salvar algo, antes de que se pierda todo…
Debo cambiar de vista y que
el brillo del cristal opaque los deseos hasta desaparecerlos uno a uno, que se
consuman los anhelos, así como el plástico ante el Sol…
Cenizas, que solo queden
cenizas. Que este sueño loco se haga cenizas y se convierta en besos libres que
viajen por el mundo lejos de mí…
Hoy comienzo a caminar la
distancia paso a paso, escalón por escalón hacia la libertad del no puede ser…
El camino de la distancia me habrá de conducir al país del olvido… Con un paso
cada día se llega a algún lugar lejano… Como en los cuentos…
Si no puedo manejarme en tu
presencia, entonces tendré que asumirme en tu ausencia.
Y seguir… Es así como debe
ser.
¡Oh!… hay suspiros. Una
profundidad alterada. Hay gemidos de dolor en medio de la noche sin Luna… Y
pensar que tuve presentimientos, presentimientos mentirosos. ¡Qué corazón
equivocado el mío!
Hay tantas coincidencias,
pero sin sentido. Una admiración compartida, pero inútil. Este es un amor
hermoso, pero huérfano. Con abrazos cálidos, pero ausentes. De miradas
nerviosas, pero inconstantes, de sonrisas amplias, pero confundidas. Es un
cariño inmenso, pero nublado…
Este amor siempre provocó
poesías siempre dispuestas, pero solitarias. Esas musas que llegan al instante
del cruce de pensamientos… Mis musas, siempre invitas mis musas a venir…
Ustedes sí se pueden quedar… Hoy deseo que sólo queden mis musas, ellas,
siempre invitadas, siempre bienvenidas… que al menos ellas se salven del
holocausto de este amor que muere hoy.
Ha sido una muy larga agonía…
pero el milagro nunca apareció. Nunca me amaste como yo a ti…
¡Me rindo! Pero prometo que
lo intentaré de nuevo en la próxima vida. Seguro nos volveremos a encontrar.
Todas las señales no han podido ser falsas.
¡Te amo más… mucho!
Domingo M.C.

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