Estoy
sentado escribiendo estas líneas con lágrimas en los ojos que poco a poco me
ahogan, y me hundo en una tristeza que me va envolviendo cada vez más rápido.
Miro hacia
la ventana y creo verte sonriendo, con esa sonrisa que me enamoró y que tan
feliz me hizo.
Desde que te
fuiste cada sueño te pertenece, de cada recuerdo una lágrima nace por la
añoranza que siento y por esos besos que me dabas y que tanto echo de menos.
Cuando tú estabas la esperanza vivía en mí, pero ahora que te marchaste, mi
única esperanza es contigo poderme reunir.
Te fuiste
aquel día sin equipaje, dejándome a mi solo en un cuadro sin paisaje, con una
triste mirada y el alma destrozada. El día a día para mí se ha vuelto una
simple rutina, recordando mi felicidad tan lejana, destruida aquel día.
Mi vida
carece de significado, no tiene valor ya, mi corazón está cansado de latir, ya
no tengo rumbo, estoy perdido y desorientado, amor, dime donde estas.
A las
estrellas cada noche les pregunto por ti, pero a veces creo que no me pueden oír.
Grito por mi
tristeza, grito por mi angustia, grito por mi enfado. Siento que mis ganas de
vivir van cayendo poco a poco, como las hojas de los árboles en otoño, siento
que la fe que un día tuve me ha abandonado, necesito palabras de aliento, que
no se las lleve el viento, y necesito de lo que tú me dabas, que por mucho que
lo busco no lo encuentro.
Tus cosas
inundan mi espacio, me hacen sentir que aún sigues aquí, y aunque tu aroma siga
en mis manos , mi soledad sigue presente en cada madrugada. Sé que no querrías
que llorase, y que mi vida abandonase, pero para mí aquellas palabras de
despedida hicieron que no pudiera seguir hacia adelante y que en ese momento a
ella renunciase.
Si triste mi
melancolía te hace sentir, no te preocupes mi vida, que aunque me cueste
aceptarlo, comenzaré a rescatar todo lo que tras tu pérdida fui dejando. No
desampares mis noches, y guíame como lo hacías, y cada al dormir abrázame
fuerte, vida mía.
Estos son
los sentimientos de un hombre tras perder a la persona que más amaba, pero
aunque sabe que no lo puede ver físicamente, él está muy presente en su corazón
y en su mente.
Domingo
Martin C.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario