Mi soñado
amor, esta noche me recuesto con tu recuerdo en mi mente, imaginando tus
brazos, que apretando tan suavemente me invitan a soñar contigo.
Estas letras
e hoy tienen algo de lluvia y algo de sol, son especiales porque en cada letra
de esta carta estás tú.
Siento en la
lejanía como si en mí estuvieses pensando, y me duele que estemos tan lejos sin
poder hacer nada, sin saber lo que hacemos, lo que pensamos, y lo que
soñamos... Y pese a la distancia, te conozco tan bien que hasta puedo
escucharte respirar pronunciando mi nombre. Yo pronuncio tu nombre día y noche,
todo el día estás en mi cabeza, haciendo latir mi corazón.
¿Te duelen
los pies, mi amor?
No te
asustes, es que en estos momentos estás dando vueltas en mi mundo.
Hoy la noche
está preciosa, hay luna y me gustaría encontrarme alli abrazado contigo.
Desearía estar hablando contigo de películas, música o de lo que tú quieras.
Esta noche quiero que seas tú la persona que llene todo mi ser. Amor mío, este
mes es cálido y tibio, y eso sólo puede hacerme soñar contigo.
Cambian las
estaciones y observo a la gente que camina por las calles, veo a unas parejas de ancianos y
pienso que eso es lo que deseo para mí, un amor para siempre, un amor de esos
de los que muchos se ríen. A mí me encanta ser así contigo, decirte mil cosas,
la primera que se me venga a la cabeza, nada de andar buscando palabras
difíciles, porque nosotros somos agua y mar, somos cielo y nubes, noche y día,
y nos completamos muy bien, sin que diga una palabra tú ya sabes que deseo yo
de ti.
Amor, mi
amor, mi sueño, mi esperanza...
Dicen que
los amores de lejos son amores de ilusiones, pero yo sé que no, porque llevo días
haciendo cada vez mis letras para ti y no me canso, puedo pintar tu nombre en
mis paredes, en mis libros, o por donde quiera que camine, pues el resultado
siempre es el mismo, mis letras te pertenecen, nacieron para ti por este amor
tan bendecido y tan esperado por los dos.
Muchas veces
la soledad nos deprime, y cuando te alejas me siento triste... pero sólo por
momentos, porque cuando vuelvo a pensar en ti, todo se disipa, todo cobra vida,
colores, y los días dejan de ser en blanco y negro para formar una paleta de
colores con las que podría pintar una ciudad completa de lo feliz que me siento
amándote a cada momento.
La luna que
yo veo es la misma que tú ves, quizás la veamos en diferentes sitios, pero es
la misma. ¿Y cómo no estar agradecido por ello? Estamos lejos pero somos del
mismo planeta. Estamos lejos pero no tanto como para no sentirte cerca de mí.
En cada respiro, en cada letra, y en cada punto y coma estás tú. Bendito amor
que llegó a mi vida para hacerme sentir pleno y satisfecho.
Amor mío,
deja que los que no saben amar de verdad se rían de mis cartas, mas mis letras
de cada día son mi agua y sustento, te doy de beber en cada una de ellas para
que calmes tus ansias hasta nuestro encuentro.
Este amor
tiene todos los ingredientes que necesita una relación, no es fácil vivir con
tanto amor sin poder decírtelo a la cara, pero sé que me sientes y presientes,
nadie me conoce como tú, por eso es que cada vez que pueda te envío mis cartas
para que puedas leerlas una y otra vez hasta que estemos juntos como siempre
soñamos...
Sigue
amándome, que yo seguiré esperando que un día podamos estar juntos, muy juntos
los dos...
Te amo desde
siempre y desde antes; gracias a Dios que por fin te encontré.
Así te
quiero mi amor, con este amor tan nuestro.
Un Besazo
preciosa .
Domingo
Martin C.

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