Son ya mil
momentos de amor los que hemos compartido, son mil instantes juntos y muchas
palabras en las que nos hemos dicho con música de amor lo que sentimos. Quizás
jamás dejemos de decirnos lo que nos queremos, lo que nos amamos, lo que
esperamos, el amor es así: nunca aparece el cansancio, nunca dejamos de
producir magia con sentimientos.
Y yo quiero
que siga así, porque con cada palabra, con cada sílaba, con cada sonido que
sale de tus labios me estremezco, y aunque ya conozca tu voz (¿cómo no
conocerla si es lo único que quiero oír?) cada vez que te escucho vuelvo a
temblar y me vuelvo a enamorar de ti, una y cien veces.
Cuando no
estás te oigo, cuando estás te admiro, cuando no estás te siento, cuando estás
te quiero abrazar. Recítame tus pensamientos, tus esperanzas, lo que esperas de
mí, lo que sueñas, procuraré meterme en tus sueños y en tus pensamientos,
cumplir tus esperanzas y estar ahí cada instante.
Te quiero
seguir oyendo, sumando los sonidos, guardando tus palabras en mis sentimientos,
obedeciendo con amor tus anhelos. Te quiero seguir escuchando, cuando lo hago
olvido el mundo, olvido mis penas, olvido hasta el olvido.
Me despido
de ti, no sin decirte que ahora no te oigo, pero miento, grabé tus palabras
diciéndome que me amas y por eso la sonrisa se quedó perenne en mí. Deseo que
llegue el momento de volvértelo a escuchar, porque tus te amo son mi fuerza de
vivir.
Te oigo, te
amo. Mi vida
Domingo M.C.
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