Sólo me falta levantar la
mirada al cielo para dar alabanzas de gratitud por tenerte a mi lado. Todos los
días que pasan soy un convencido de haber elegido la mejor mujer del mundo, por
eso me estoy enamorando sin freno alguno.
La etapa de soledad en mi
vida es cosa del pasado, sin embargo todo este tiempo sirvió para uno preparase
en ser mejor persona. Hoy mi corazón está preparado para valorar la bondad de
tu alma, la dulzura de tu entrega por mí.
Nunca sientas miedo, mi amor,
que los dos estaremos juntos para enfrentar la vida con optimismo y valentía.
Besos te quiero Laura .
Domingo M.C.
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