Ha pasado algo de tiempo,
desde la última vez que te dije hola amor, lo recuerdas ,yo aún muy claro, y
creo que no tuve en ese momento el valor de decirte tantas cosas que hubiese
querido decir, pero algo en mi garganta como si fuera una puñalada, me impedía
decirlo ,no se porqué...
Desde esa vez comprendí que
el amor y la amistad es algo mucho peor que el odio, pues en ese desprecio no
te importa que pasará con quien detestas, mientras que en el amor y la amistad
sufres momento a momento por lo que pueda suceder a quien quieres, puede que
sea algo difícil de comprender, pero no de sentir.
Pasamos momentos únicos, pues
no se repetirán otra vez, maravillosos, ocasiones que me hicieron pensar en lo
fantástico y divertido que era vivir la vida y dejar que transcurriera el
tiempo, como si fuera un abrir y cerrar de ojos, pero al mismo tiempo, me daba
cuenta de que no debía de dejar pasar más tiempo, para algo inevitable...
Teníamos de las amistades las
mejores, pues contigo me sentía libre de pensar y decir mis anécdotas y mis
cosas, sin reservarme a que me negarás tu compañía, siempre el verte me hacía
sentir realmente bien, nos entendimos como si fuésemos conocidos, como si
hubiéramos pasado más tiempo juntos, creímos uno en el otro ciegamente y todo
era maravilloso.
Poco a poco pasábamos más tiempo
junto, casi sabíamos la historia de la vida de cada uno, las cosas que
hacíamos, pero hubo mentiras y máscaras. Tal y como éramos, creo que nunca nos
enojamos por algo serio, si no por tonterías, pero a la vez muy dulce, que nos
alentaba a seguir siendo algo más...
Algunas veces no demuestro
valores y sentimientos, que en ocasiones guardarlos es malo, y el dejarlos ahí,
me creaba conflictos uno tras otros, y entonces me enamoré de ti, pero nunca lo
supiste, hasta que cometí una pequeña falla, de la cual no me arrepiento, te
besé, lo recuerdas ,un dulce y cálido beso, sintiendo estrepitosamente tus
labios, e imaginando miles de cosas, emocionado desfallecía en un placer
inocente que vencía el Jano de mi silencio ,y lo mejor de todo es que me
respondiste y todo se convirtió en otro mundo como si no hubiera nada más que
tú y yo.
Y si en algún momento llegas
a pensar que no te quise, desmiéntete niña mía, fuiste para mí lo más
importante, y que el dolor llego, cuando no hubo más que lo inevitable, tus
lágrimas me desgarraban, pero otra vez como si fuese la lucha entre el día y la
noche, venció en mi la razón y no la pasión; pues comencé a pensar en aquella
amistad perfecta, aquella que ya te hice recordar, y que hoy hundida en un
abismo quisiese recatar, para dártela de nueva cuenta para que vuelvas a sentir
mi apoyo , mi cariño y mi amor, como si ese abrir y cerrar de ojos hubiera
tenido un sueño hermoso, pero que a al abrirlos, todo siguiera igual, y pensar
que seguimos siendo aquellos que alguna vez fueron los mejores novios,
No sé si pueda, pero lo
intentaré, seguro que lo intentaré
Domingo M.C.
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