Es difícil sacar la cuenta de
cuántas palabras he llegado a escribirte a lo largo de este tiempo. Lo único
que podría asegurar es que han sido cientos de palabras nacidas del amor más
profundo que pueda sentir. Son tantas las cosas que te he dicho en todas mis
cartas, y seguramente he repetido un gran porcentaje de todas esas frases pero
igual cada vez que te escribo es como si fuera la primera vez, cada palabra
está llena de amor y energía renovada.
De entre tantas palabras, me
pregunto, ¿en alguna de mis cartas he mencionado que te amo? Creo que lo he
dicho en más de una, pero hoy quisiera descifrarte esa frase: Te Amo, pues ella
es como una cajita con muchísimas cosas por dentro.
Parece fuera de lugar que
quiera explicar lo que traduce un te amo, ¿y es que alguna persona podría? No
lo sé amor, pero yo necesito decirte tantas cosas y sé que las mismas no pueden
definir ni mucho menos dar un concepto de aquella frase porque para conceptos y
análisis está la razón y no el corazón. Yo tan sólo tengo la gran necesidad de
comunicarme contigo y hablarte al oído para decirte lo que siento amor.
Laura ¿sabias que eres el regalo
más grande que he recibido, y que has convertido en una maravilla cada día de
mi vida? Pues eso eres para mí, el mejor regalo de la vida, y he intentado la
manera de decírtelo todo el tiempo y la única frase que iguala esa idea es
cuando te digo que te amo.
Todas las veces que lo
menciono es cuando más cerca me siento de ti porque mi alma se libera de este
cuerpo y va en tu búsqueda, pues mi alma no quiere otra cosa que unirse a la
tuya, estar tan cerca de ti que nos volvamos sólo uno y eso es posible cuando
te expreso lo que llevo en mi pecho, ese caudal infinito de amor que yace allí
por ti y para ti. Quisiera poder estar allí contigo, abrazarte y besarte con
mucho amor. Quiero decirte que aquí estoy, que cuentas con mi apoyo y mi
comprensión. Yo quiero ser el refugio donde te resguardas cuando sientes miedo,
cuando estás cansada, o cuando tan sólo necesitas caricias y los besos de mis
labios.
También te digo a través de
un te amo, que mi anhelo de tu presencia es inmenso. Que todas las luces del
cielo me recuerdan tu rostro y cuando ellas parpadean es cuando más sonrío
porque te veo iluminándome con tu luz. La misma luz cálida y suave que percibo
de tu mirada, mirada que me envuelve por completo.
Tú eres la otra mitad de mi
corazón, mi par, mi complemento… Mi necesidad de ti es mucha. Mi corazón
palpita tu nombre todo el tiempo. Eres tú lo primero que pienso y lo último que
recuerdo en cada día. En mi mente tan sólo estás tú. Mis ojos se iluminan al
verte y mi ser se emociona al escuchar tu voz, así es Laura mi querido amor.
¿Cuánto falta para que tus
ojos se encuentren con los míos? No lo sé, pero te siento tan cerca ahora mismo
que el tiempo ya no importa. Estás adherida a mi alma, si doy un paso entonces
tú también avanzas conmigo. Cuánto bien me has hecho a lo largo del camino. Te
amo… ¡cuánto te amo!
Mi amor, mi pedacito de
cielo, cuánto añoro de tus labios un beso. Cuánto quiero verte en este instante
y decirte muchas cosas más, porque aún tengo mucho por decirte, hay tanto aún
detrás de esa frase pero no me alcanzan las palabras ¡y es que no las hay! Para
el amor no existe un diccionario ni un alfabeto, ni una regla ortográfica ni
gramatical definida, y aún así tiene el maravilloso don de comunicarse en todo
momento, actúa con su propia lógica y posee su característica forma de
expresión, sí, así es el amor.
¿Cuáles son las palabras que
necesito para hablarle a una célula de mi cuerpo? ¿O al átomo, a un poro o tal
vez a la sangre que corre por mis venas? No puedes agarrar a ninguno de ellos y
hablarles esperando que entiendan un lenguaje, unas palabras que tratan de
explicar algo. No puedes tomar la energía que rodea el cuerpo e intentar hablar
con ella, sin embargo, esas cosas existen aunque tengan “un lenguaje propio”,
así es el corazón que no depende de un lenguaje porque él es autónomo, es capaz
de pensar, decidir y elegir a su antojo, además de ser capaz de comunicarse en
todos los niveles sin tanta dificultad.
Te amo Laura , es lo único
que podría decir porque no tengo la capacidad de describir ni escribir, mucho
menos traducir esto que dice mi corazón, esto que grita tan alto y tan fuerte,
esto que yo puedo entender pero que me es imposible de expresar en palabras
porque el lenguaje del amor, del corazón, no está hecho para ser leído ni mucho
menos para ser comunicado por la mente, por eso mi mente no lo entiende y no
puede traducirlo a palabras, por tanto las verdaderas “palabras” del corazón no
pueden ser distorsionadas porque nadie puede transmitir en palabras lo que está
hecho sólo para ser sentido y vivido a través de las emociones, aquello que
denominamos sentimiento.
No tengo idea de cómo puede
llegarse a sentir tanto, y no sé si de alguna manera pueda mostrarte todo lo
hay dentro de mi corazón, pero déjame empezar diciendo que te amo porque es la
única frase que iguala en intensidad lo que yo siento por ti.
Detrás de un te amo hay
tantas cosas, no me alcanza el tiempo ni el espacio para expresar todo lo que
he querido pero sé que entenderás lo primordial. Son tantas las maravillas que
me haces sentir y vivir, son tantos los momentos de alegría e ilusión. Laura tu
nombre lo lleva cada latido de mi corazón.
Ya tengo que trabajar me
despido hasta la próxima carta, pero lo hago muy emocionado porque sé que
dentro de un rato te escribiré nuevamente para contarte que he soñado contigo,
o tal vez te escriba más tarde para decirte que me la pasé pensando en ti todo
ese tiempo.
¡Oh mi amor! ¡Mi eterno y
esperado amor! Pediré a las estrellas me lleven a ti esta noche, no quiero
pasar ni un segundo más lejos. Te amo, simplemente te amo mi cielo.
Eres lo mejor de mi vida
Laura te quiero…….
Domingo M.C.
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