Me encuentro sentado en el
despacho con luz, afuera parece que va a llover; he
pensado mucho en ti estos últimos
días y aunque me cueste admitirlo, te extraño, me haces mucha falta.
Entre todo el enredo de ideas
que giran dentro de mi cabeza, esta tu recuerdo, en ocasiones tengo la impresión
de que aparecerás de pronto con una gran sonrisa como si nunca te hubieras
marchado.
Sin embargo, esa ilusión se
desvanece tan pronto como aparece y vuelvo a la realidad, no estas aquí .
La culpa y el remordimiento
me persiguen, Por que? Por que no te dije lo mucho que te quiero?
Hoy estas tan lejos de mi, se
que algo no anda bien contigo, deseo tanto poder tomar tu mano y sentarme junto
a ti, sin decir una palabra con los labios y decir todo con el corazón.
Realmente me angustia esta
distancia, no saber de ti, si pudiera, en
este instante estar a tu
lado, te diría que eres muy importante para
mi y que te adoro.
Sufro mucho desde tu partida,
me duele en el alma no estar cerca de ti y es tanto mi pesar que por eso
escribo esta carta ahora,
necesito desahogarme,
necesito llorar porque si sigo aparentando ante los demás que estoy bien, que
nada me preocupa, el nudo que siento en la garganta y la tristeza que abre un
hoyo cada vez mas profundo en mi alma van a terminar por destrozarme el corazón.
Por que no vuelves ya? Te
necesito, mi corazón te necesita para seguir
viviendo, y aunque tu no
sientas por mi lo que yo siento por ti,
seria muy feliz con poder ver
todos los días mi reflejo en tus ojos, con
escuchar el sonido de tu voz
pronunciando mi nombre, con respirar el
aire que tu respiras, solo
con eso me conformaría y te aseguro que
viviría alegre aun sabiendo
que nunca me amaras como yo a ti.
Si lees esta carta con atención,
podrás darte cuenta de que cada palabra en ella escrita, es una lagrima y un
suspiro de amor por ti.
Te quiero vida mía… regresa a
mi.. secuéstrame,,quiéreme, ámame por favor.
Domingo Martin C.
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