Te escribo para darte a luz
mi amor, te escribo con todo el amor que siento por ti, inmenso como el mar del puerto y tan grande
como el desierto.
Con esta carta quiero
demostrarte todo lo que te quiero, porque me has querido, me has educado y me has ayudado, gracias.
Quiero darte las gracias por
las millones de cosas que has hecho por mi y por todos los momentos agradables
que hemos compartido, espero que queden muchos más.
En semana, en cada día , en
cada hora, en cada minuto, en cada
segundo mi amor crece hacia a
ti, estoy metido en la hoguera de la pasión y no me imagino vivir en tu
ausencia.
Podemos seguir mejorando
nuestra relación, pero estoy seguro de que no se puede empeorar porque el amor que tenemos es tan
fiel, tan grande y tan maravilloso que no se puede destruir ni con una bomba atómica.
Solo nos separará la muerte y
cuando esta lo haga no habrá quejas de cosas que hayamos podido hacer.
Nos perdonaremos por las
incomprensiones, por los malos momentos, por las tristezas.
Durante todo este tiempo tan
maravilloso junto a ti he observado el corazón tan grande y lleno de vida que tienes: porque eres buena,
dulce, agradable, sencilla y humilde.
Quiero pasar junto a ti todos
los días de mi vida porque eres la persona
que me tiene vivo y a la que
nunca en mi vida defraudaría.
Te amo, por la forma en que
me haces sentir amado y porque tú haz sido la maravillosa persona que me haz enseñado
todas las oportunidades que tiene la vida.
Quiero conocerte cada día más
para no fracasar y quiero que confíes y me ames y quieras como yo lo hago
porque seremos muy felices y viviremos en un mundo fantástico y amoroso.
TE QUIERO y siempre TE QUERRE.
Quiero ver tu rostro cada
mañana y sobre todo hoy cada segundo del día y que llegue el día que te pueda demostrar mi amor, mi confianza,
mi persona y mi corazón. Gracias por que
eres para mí la vara de equilibrio que me permite caminar y mi derecho a vivir
y estar de pie hoy día.
En un futuro me encantaría
tener un hijo con tigo para demostrar a la gente el gran fruto de nuestro amor
y nuestra dedicación para ser dos personas enamoradas y felices.
Quiero decirte y suplicarte
una última cosa, quiero que nunca cambies, que sigas siendo tan pura y buena
como eres y sobretodo y lo más importante que te mantengas siempre cerca de mi.
Te amo,
Domingo M.C.
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