Mi querida
Laura:
La necesidad
de saber de ti, de cómo estás, de tus días, o de contarte acerca de mis noches
sin ti, hacen que me siente en mi rincón para regalarte unas letras...
Esas mismas
letras que siempre llegan cuando más se necesitan, cuando faltan las palabras.
Cuando faltan las caricias están las cartas que vuelan hasta tus manos para
hacernos sentir más cerca.
Escribiéndote
las distancias no duelen tanto, contigo siempre me atrevo a volar muy alto,
contigo no le temo a nada y nadie. Me das tanta dicha y felicidad que no me
cabe este amor en el pecho..
La noche,
siempre es propicia para escribir estas letras y echar a volar la imaginación
de cómo sería estar contigo.
Al menos sé
que por ahora podemos los dos observar la misma luna, las mismas estrellas... y
eso me hace mucha ilusión.
Amarte cada
día y en cada momento es una tarea muy fácil y no está limitada por el tiempo.
El amor que
te entrego es un amor que se da libre como el viento, no tiene necesidad de
permisos especiales, sólo se da y se siente como algo lindo y bendecido.
Te confieso
que muchas veces me pregunto si las letras que te envío pudieran resultar
aburridas, porque parece que siempre son pocas y repetitivas.
¿Pero el
amor, acaso no es así?
Para mí
siempre es lindo y grato leer o escuchar las palabras que salen de nuestros
labios y corazones.
"Te
amo", "te extraño..."
Esas
palabras jamás cansan, porque son nuestras.
Este amor
que tenemos lo hemos sabido cuidar a través del tiempo, y no dejaré que se
vaya, no me cansaré de escribirte estas palabras... Son nuestras cartas,
nuestros sentimientos, y eso jamás podría cansar.
Te amo mi
amor, pese a la distancia que hay entre los dos, tú te encuentras aquí mismo,
junto a mí, entre todas mis cosas, en mis ropas, en mis libros, y en todo
cuanto hay en este cuarto. Siempre estoy
pensando en ti...
Es muy bello
amar así..
Domingo M.C.
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