AL DESPERTAR.......................

Con la llegada de cada amanecer, todo mi ser te anhela, esperanzado de verte llegar a mi vida y envolverte entre mis brazos con amor. Ansiando ser completamente tuyo en cuerpo y alma, deseando darte mi vida entera… ser como una niño entre tus brazos y que me vuelvas hombre con tus besos, ser ilusión y vida.

Pero estás tan lejos amor que la distancia hace que mi corazón se torne melancólico, triste, con esa tristeza característica de un ser que habiéndose enamorado del amor se sienta a contemplar la luna -cómplice de los enamorados y de los sueños que solemos tener- para acercar esta distancia que atrapa mi vida y me hace suspirar añorando tenerte conmigo.

Tú eres ese ser especial que llegó a mi vida, me envolvió en sus palabras y me llenó del ansia más pura de entregarme a ti, tú eres ese ser que me llenó de amor en cada madrugada entre sueños a mí llegaba. Soñaba que a tu lado estaba, y libremente te amaba sin distancias que nos separaran. Pero al despertar veo que no estás y  me pongo muy  triste. Esta noche de nuevo te soñaré, y así será mientras separado de ti me encuentre. Aunque aún no estés aquí, yo sigo suspirando enamorado cuando llega a mí tu nombre y como un soplo de vida mi corazón late apasionado por ti, en cada suspiro parece decir tu nombre…

Y te amo… ni la distancia más grande hará que deje de amarte porque cariño mío, sé que algún día seré tuyo en cuerpo y alma. Basta tan sólo soñar un poco y esperar que llegue la noche… para soñarte una y otra vez, aunque la distancia parezca ser como líneas paralelas que nunca se unirán. Aun así, nosotros sí lo haremos, lo lograremos, estaremos juntos gracias a esa fuerza que nuestro amor nos da.

Mi pluma no para de escribir una y otra vez en cada rincón y en cada papel tu nombre. Tú eres único amor mío, eres y serás mi amor de todos mis tiempos, vives en mi corazón y lates dentro de él.

Jamás distancia alguna podrá separarnos pues nos amamos con ilusión y esperanza…

Te amo, me amas… soy tuyo y siempre lo seré.

Te amo vida mía

Domingo Martin C.