Preciosa y
adorada mia,
Cuando
recibas esta carta estaré pensando en ti, simplemente porque estás en mi mente
las 24 horas del día, los siete días de la semana, todas las semanas de cada
mes. Estás siempre conmigo.
Está siendo muy
triste vivir lejos de ti esta forzosa separación y por circunstancias, que me
está haciendo sufrir demasiado y creo que el destino ridículo e irónico ha sido
muy cruel con nosotros pues no considero justo que tanta ternura y cariño se
vean abrumados . Pero el amor es fuerte, verdadero y sobrevive. Conservo tu perfume,
el sabor de tu boca y de tu piel. Es increíble como a pesar de haber pasado
tanto tiempo, tu presencia sigue tan real y tan viva en mí.
Duermo y
muchas veces me descubro buscando tu cuerpo en mi cama. Desearía tener otra vez
tu pelo en mi hombro, pasar mi brazo sobre ti y acariciar tu vientre hasta que
amanezca, durante toda mi vida. Deseo tanto estar contigo ahora…..mirarte de
cerca y no conformarme con las imágenes y recuerdos que inundan mi pensamiento.
Estoy haciendo
lo que está en mis manos para poder rescatar todo ese amor, vivir otra vez
contigo las mejores emociones que mi alma ya experimentó, porque eres la cosa
más dulce que ocurrió en mi vida y no quiero perder.
Te amo,
siento que te amo profundamente porque te necesito cada minuto de mi vida.
Un beso
enorme y lleno de recuerdos.
Domingo M.C.
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